Sobreviviendo a la malparidez existencial
“A las mujeres les toca trabajar, ser exitosas, adineradas, delgadas, buenas esposas, buenas madres… ¿Para eso era la liberación femenina?” @EL_RECICLADOR
Para explicarles un poco acerca de cómo me siento, empezaré contándoles que en estos momentos soy algo así como la hija adulterina y producto de un tormentoso affaire entre Jean Paul Sartre y Ally Mcbeal. Melancólica, llena de preguntas cruciales, de sensibilidades y de clichés.
Mi amiga la astróloga me dice que es por la luna que se cruzó con Saturno, mi amiga la psicóloga me dice que es exceso de trabajo, mi amiga la religiosa me dice que le rece a Dios, mi amiga la loca me dice que nos vayamos de rumba, mi amiga la que me admira me dice que no lo puede creer, que según ella soy una especie de mujer maravilla. Lo cierto es que hay días en que me canso y me cuesta tanto levantarme de la cama que no quisiera salir de la zona de confort que ofrecen mis cobijas, pues literalmente y en sentido figurado, no tengo la mejor cara para mostrar, ni las ganas necesarias para enfrentar al mundo.
Me siento pesada y arrastro mi cuerpo como si fuera una zombie de “The Walking Dead”. Mi cabeza se convierte en un globo, que se infla muy rápido con el aire de mis ansiedades y miles de pensamientos provenientes de todas las direcciones me bombardean con las cosas que debo hacer durante el día y creo que tal vez no serán suficientes las 24 horas.
Otro síntoma característico es que también se me va por el inodoro, todo lo chic y mi buen gusto, pues saco del closet lo primero que encuentro y por lo general es la ropa más inmunda y desaliñada. Para que el look haga juego con mi estado de ánimo decido recogerme el cabello y así me ahorro el trabajo de peinarme, luego oculto mi cara lánguida con un poquito de labial rojo puta.
No sirvo para disimular y en la oficina se dieron cuenta que mi paciencia se quedó en la casa, ya que no hablo sino que gruño. Me pregunto por qué sigo trabajando aquí, respirando este sofocante clima laboral y porque no me lanzo de una vez por todas, a concretar mis sueños pospuestos. Entonces el olor de un tinto doble con cara de triple, me distrae del dilema profesional, al tiempo que miro mis zapatos y digo: Carajo! me puse los que parecen de viejita, ¿Luego ya no los había botado a la basura?
Mi asistente que tiene 21 años me dice señora Valeria y en mi cabeza yo le contesto: ¡señora su abuela!. Y mientras preparo la campaña publicitaria para el evento del próximo mes, pienso en lo dura que soy conmigo misma, que nunca voy a poder ser feliz, si no comprendo que la vida no es perfecta y que yo no soy perfecta, que debo disfrutar cualquier instante y tratar de ver lo bueno en cualquier situación, en vez de estar quejándome hasta del aire que respiro.
La ciudad va rápido, las calles están llenas de caras largas y yo soy una más que compone el paisaje gris de este día de mierda, desaparezco entre los miles de taciturnos que a paso forzado e inútil, intentan huir de sí mismos.
Cuando llego a mi casa, encuentro que el prospecto me ha dejado chocolates en la portería, como si presintiera que necesito dulces para quitarme el semblante agriooo que tengo. No puedo negar que se me escapa una sonrisa por el detalle inesperado pero al mismo tiempo, con una expresión ambigua digo en voz alta: este hijuemadre me va a engordar con tanta azúcar !.
Sé que mi amiga, la que pertenece al grupo de las “hijas de la luna”, me va a ahorcar cuando lea esto, porque me ha dicho mil veces que no reniegue de mi naturaleza, que me conecte con mi cuerpo y entienda lo maravilloso del proceso fisiológico…Lo siento! No puedo fingir que estoy bien cuando en realidad me siento terrible, el cólico y la malparidez disminuyen mis niveles de tolerancia.
…Inhala, exhala, inhala, exhala…
Ya un poquito más tranquila, llego directo a ponerme la pijama de teletubbie, nada sexi pero muy cómoda. Lana del Rey suena como música de fondo para ensalzar mi nostalgia sin fundamento. Destapo una de las trufas de chocolate, ummm, está rellena de brandy.
Me siento frente al computador con la necesidad imperiosa de desahogarme, como si tuviera que contarle al mundo acerca de mis emociones inundadas. Así no les importe, así no me lean o así me critiquen, solo pienso en escribir con la esperanza que mis dramas se evaporen para que yo vuelva a ser la optimista de hace unos días. Esa que entiende que las chiripiorcas son pasajeras y no duran para siempre, esa que busca vivir en el aquí y sonreír en el ahora. Esa que no quiere desperdiciar la vida en melancolías, y haciendo alusión al maestro Gabriel García Márquez, esa que no quiere que la sabiduría le llegue, cuando ya no le sirva de nada.
@SolteraDeBotas
www.facebook.com/SolterasDeBotas
www.twitter.com/@SolteraDeBotas
www.instagram.com/solterasdebotas/
P.D. ¡Sobreviví !
También sobreviví a esos días azules.
También sobreviví a días azules.
Genial tu escrito!
Me ha gustado bastante, pero… Quedo con un sinsabor.
Me ha gustado, pero… Quedo con un sinsabor.
Hola Valeria (?)-wonderwoman. Aunque no soy soltera y las botas son para aveces, y posiblemente no encaje al 100%…coincido al 100% con su post….muy elocuente, muy “al centro”…. Me divirtio mucho. Excelente catarsis.
Hay millones de niños que mueren de hambre cada dia, personas en estado de extrema pobreza, enfermos terminales sin nadie que por lo menos les brinde un vaso con agua, animales en la calle maltratados. Cuando me siento triste o feliz por la vida que tengo, procuro dar ayuda en cualquiera de estos aspectos, es para mi la mejor terapia sentir que puedo ser util para alguien que lo necesite, me gusta como escribes seria bueno que tu talento diera a otros algo que convocara a pasar por este mundo como seres humanos mas sensibles ante las necesidades de otros. bendiciones !
Hola Valeria… mis dias son tal cual, aunque no me dejen dulces en la porteria 🙁 pero bueno el cosnuelo es que es un cilco de pocos dias y se vuelve a la ¨normalidad¨… mañana saco a la basura los zapatos de viejita, esos siempre creo que los boté y aparecen con vida propia para estos dias azulgrisaseos… un saludo!
Exactamente así me siento en estos momentos. Tu entrada me lleno de ánimos y de full positivismo. Segura de que todo este estrés es obra del poco sueño y las hormonas. No me siento sola, igual que vos sobreviviré.
Gracias por hacerme sonreír…. justo en estos días de malparidez existencial en los que estoy (donde alguien pudiera ver los zapatos que tenia ayer, se hubieran muerto de la risa) no soy soltera pero me identifico con muchos post.
Para acabar de ajustar pienso que soy la única a la que le pasa! Y no! Pero estoy convencida que debo buscar mi felicidad, solo que creo que es para el otro lado!
Jajajaja Yo a ese estado también le llamo malparidez…. pero malparidez cósmica, porque al final, en muchas ocasiones ni una sabe por qué está así! Lo cierto es que parece ser que se han alineado los astros para que tú vivas en su máxima expresión todas las emociones, sensaciones, sentimientos, pensamientos los cuales solemos traducir en: no me pasa NADA, y sabemos que al final nos pasa de todo… en simples palabras, la vida nos está pasando.
Muy interesante forma de desahogarse, yo .también siento la imperiosa necesidad de decir como me siento. Eso me hace humana y me hace pensar que los demás también lo son; que alguien me entenderá; que tarde o temprano todo pasará.
genial
Hola Valeria! Buen artículo, este es mi primer comentario en tu pagina, con base en los que he leído me atrevo a decir; la vida se disfruta por etapas, cuando alcances la mas importante, aprenderás del verdadero significado de la existencia, por lo pronto vas andando las terrenales. Saludos!
Entiendo muy bien este estado de ánimo, últimamente me he sentido así. Mis amigos piensan que soy la fuerte y la valiente, así que decirles que no me siento muy bien por muchas cosas que pasan en mi vida y que no llega una sola, si no que parece que se pusieran de acuerdo para que lleguen todas juntas; no lo puedo hacer, por que no me creerían. En esos días, todo me da igual y es cierto, por mi me quedo en mi cama todo el día, sin hablar con absolutamente nadie. No es la primera vez que me siento así, y no creo que sea la última; por eso en alguna ocasión decidí sacar la ropa que no me parezca bonita, así aunque sea en esos días se que no encontrare ropa fea para ponerme y podre disimular un poco mi malparides existencial. Yo soy muy optimista y siempre trato de aprender de las cosas que me pasan y verle el lado positivo, solo que existen días en los que simplemente nos dejamos llevar por la locura del no me jodan quiero estar sola con mi soledad.
Parece que le has dedicado un gran esfuerzo
a realizar este articulo y a mi me ha gustado mucho, por lo que me he animado a escribir para felicitarte.
A veces me pasa, pero no te preocupes lo bueno de los días así es que solo tienen 24 horas… y si dura otros 24 igual esos también se acaban!!
Valeria, mis ultimas semanas las haz descrito perfectamente en este articulo, porlo cual te felicito y agradezco, porque es la única parte en que he leído algo y me he sentido completamente identificada por estos días…
A veces el universo (trabajo, familia, amigos) se confabula para la aparición de la malparidez existencial… En fin y para rematar va acompañada del “abandono” de un arrosito en bajo del cual nos estábamos enamorando y al parecer todo iba bien, pero el pendejazo luego de llevarte al cielo, bajarte la luna, presentarte a la familia e ilusionarte con que todo va por el camino de una relación seria, de un día para otro sin más ni menos te saca el cuerpo con excusas rebuscadas y se desaparece del universo… Y te das cuenta que simplemente jugaron contigo y luego de tantos años de experiencia no haz aprendido la lección de no meterle corazón…
tal cual me identifico con tu historia… pero no es una cuestiond e momento llevo casi que tres años asi…. me encanta tu blog
Hay dias en los que mandar todo a la mierda es lo unico que nos hace sentir bien…solteras o no, ejecutivas o no, gordas, flacas, arregladas o desaliñadas nos merecemos estar de mla humor y como digo, mandar todo al carajo!
Bravo, bravooooo, espectacular artículo, me identifico mucho.
Bueno por lo.menos tienes prospecto que te lleva chicolates, así se pasa mejor la malparidez, pero cuando no….
totalmente identificada con esta publicacion
cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia !!! 🙂 Gracias por tu blog me divierte leerlo
Valeria a Todas nos pasa lo que te sucedió lo cierto es que siempre sobrevivimos tenemos que ser unas mujeres que dan fuerza a todo el mundo pero quien nos anima a nosotros ..por que tenemos que ser tan perfectas y a la ves imperfectas..
Gracias Hoy me ayudaste a sentirme mucho mejor