Despecho
Señales de una relación tóxica
Cuando empecé a escribir este post, quise ambientarme con el material necesario para que mis palabras fluyeran, así que saqué varios recuerdos bastante sombríos de mi caja de pandora y para hacer más extrema la situación coloqué un playlist de música para planchar, esas que tantas veces he cantado a grito herido en noches de…
¿Por qué mandamos a un tipo a la friend zone?
Les contaré la conmovedora historia de mi gran amigo el señor Oso de Peluche, quien aceptó de manera voluntaria utilizar este seudónimo para proteger su identidad y no tanto su dignidad. También porque el apodo le queda de maravilla, es un hombre demasiado tierno, confiable y siempre dispuesto a apoyarte en los momentos en que…
Lo que la tusa me enseñó
Tuve algunas relaciones que yo denominé del tipo “Titanic”, por grandes, catastróficas y que al final se hundieron en el turbulento mar de mis lágrimas derramadas. Llegué a pensar que mi sentido común había saltado cobardemente por la borda, me quejé mil veces de la vida porque no existía el respectivo manual de instrucciones, pues…
Lo más absurdo que me ha dicho un hombre es…
Debido a mi romántico post anterior, varias de las seguidoras escribieron preocupadas por mi aparente cursilería y porque extrañaban a la Soltera DeBotas de antes, esa boquisuelta y con cinturón negro en sarcasmo, que a punta de discursos con forma de patadas, regalaba a diestra y siniestra golpes de realidad. Entonces a pedido de…
Cuando te hackean el corazón
Hasta hace poco el corazón se remendaba a la antigua, en un procedimiento rudimentario que duraba varios días con el costurero sobre la mesa de noche, y a punta de aguja e hilo se iban cosiendo los pedazos de ilusiones y sueños rotos. Posteriormente la cicatriz se cubría con una capa de piedra a fin…
Que difícil fue olvidarte
Les comparto algo que escribió mi vulnerable “yo” del pasado, en una época donde no tenía mis botas mágicas y tampoco existían las canciones de Adele para sobrellevar el despecho. “Tus recuerdos se volvieron tan insoportablemente fuertes, que al pasar las semanas se fermentaron convirtiéndose en el néctar venenoso que algunos llaman nostalgia. Y así…